Sin duda, todos somos conscientes de que esta famosa fiesta norteamericana se está convirtiendo cada más popular en nuestro país, siendo una fecha ya marcada para muchos jóvenes y niños en nuestro calendario.
En este post queremos explicar y comprender el origen de tan singular celebración, no tan bien acogida por todo el mundo.
- Halloween, ¿Qué significa esta palabra?
“Halloween” significa literalmente “víspera de Todos los Santos”. Y con este nombre, aún a pesar de sus vestiduras entre terroríficas y festivas, está haciendo referencia a una fiesta propia del calendario cristiano: la fiesta de Todos los Santos del 1 de Noviembre y su continuación con Fieles Difuntos el día 2 del mismo mes.
- ¿Cuándo se establece esta festividad? Un poco de historia:
Con la fiesta de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, el cristianismo celebra a nuestros muertos, familiares y amigos, y su destino en el Más allá. Ya sea en el Cielo el día de Santos, ya sea en el Purgatorio el día de Difuntos.
Son así fechas para visitar los cementerios y honrar a nuestros antepasados y seres queridos, junto a sus tumbas, rezando por ellos si están en el Purgatorio, o pidiendo su amparo e intercesión si en nuestros corazones arde la convicción de que aquel abuelo, madre o amigo que tanto quisimos, está en el Cielo.
Ahora, esta fiesta tan propia del cristianismo y más aún del catolicismo, no quedó establecida en el calendario eclesiástico hasta el siglo XV y solo tras un largo proceso que se remontará a los tiempos de Carlomagno. Es así que en el siglo VIII Alcuino de York, consejero de Carlomagno, propondrá a los obispos francos celebrar la fiesta de Todos los Santos el 1 de Noviembre. Poco tiempo después el papa Gregorio IV (827-844) consiguió gracias al emperador Luis el Piadoso, que dicha fiesta se hiciera extensiva a todo el ámbito del Sacro Imperio. Siendo a partir de aquí que se iría extendiendo por todo el Occidente cristiano, en gran medida gracias a los monjes cluniacenses, que no solo la adoptaron con fervor, sino que además propiciaron que en el siglo X y de mano de san Odilón de Cluny, la celebración de Fieles Difuntos se hiciera el día 2 de Noviembre.
Finalmente la fiesta de hará obligatoria para toda la Cristiandad en el año 1475 de mano del papa Sixto IV.
Obviamente y viendo el recorrido histórico de su establecimiento en el culto cristiano, así como conociendo las fiestas y calendarios del mundo pagano, saltará a la vista el trasfondo precristiano de esta efeméride.
En el mundo céltico el 1 noviembre era la fiesta del Samain o “año nuevo” del calendario celta, y la noche antes se honraba a los muertos mediante ritos mágicos y festivos. Todo ello de acuerdo a la creencia de que esa noche, se abrían “las puertas” que permitían comunicar el mundo de los vivos, con el mundo de los muertos. La noche se pasaba en vela, junto a cráneos decorados, fuegos rituales e ingesta de bebidas alcohólicas.
Por otra parte en el mundo romano, el culto a los muertos incluía tanto los llamados refrigerium junto a la tumba de los antepasados, como la creencia en los lemures y los manes. Siendo los primeros los espíritus de los muertos que de carácter malévolo, se negaban a abandonar los lugares y aterrorizaban a los vivos. Y los segundos, los espíritus de aquellos difuntos que merced a su virtus, habían alcanzado la Inmortalidad y desde “los Cielos”, podían influenciar positivamente en las vidas de familiares y amigos. Siendo así objeto de culto.
Diferentes creencias análogas relativas a los muerto, el contacto con ellos y su proximidad a nosotros, serán creencias comunes que se irán propagando a lo largo de los años en el mundo celta, romano e incluso en el mundo germánico.
El cristianismo, a través de un proceso de adaptación y sincretismo, conseguirá que dichas creencias paganas, sean puestas en relación a las creencias cristianas en los santos, las ánimas del Purgatorio y los condenados. Cristianizándose así dichas fiestas paganas relativas a los muertos y el Más allá, pero sin poder evitar en todo caso, el regusto precristiano de sus orígenes.
- Su origen en España:
Calaveras, máscaras, candiles, dulces, bebidas espirituosas, los vivos, los muertos, el Más allá, el miedo y la fiesta. Todo ello, elementos de las celebraciones populares de Santos y Difuntos que a pesar de la cristianización, nunca dejaron de estar presentes en amplias áreas de la España rural, y que solo en los últimos doscientos años y de mano de la modernización del país, se han ido perdiendo.
Sin embargo, pudiera ser que hoy día y de mano de una de esas “carambolas” del destino, tan antigua tradición estuviera de vuelta…
En el siglo XIX los irlandeses embarcaron a millares rumbo a Norteamérica, llevando allí sus tradiciones y e incluso allí, las hicieron reverdecer. Siendo así que el Halloween estadounidense que nos llega ahora, es el de matriz irlandesa y céltica, y como venimos explicando, estaría emparentado con antiguas tradiciones seculares españolas, por desgracia hoy día, mayormente olvidadas.
En todo caso más allá de Hollywood, Spielberg, Michael Myers o los Misfits, lo que hay que entender es que toda esta cultura y “Universo Halloween”, no existiría sin esas raíces célticas y paganas de la Europa precristiana. Raíces también presentes en la tradición española y que nos llevan a pensar que hay algo de de tradición de “ida y vuelta”, en la adaptación en nuestro país de la festividad de Halloween.
Por decirlo de algún modo, es una celebración que en España casi se apagó, y que ahora vuelve a avivarse de mano del influjo norteamericano.
Y vosotros… ¿Sois de celebrar Halloween o no?
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