A pesar del auge de la digitalización en todos los aspectos del mundo, los jóvenes siguen balanceándose entre espacios y actividades virtuales y presenciales. Cada una cuenta con sus pros, contras y potenciales formativos.

Por un lado, las actividades online brindan una mayor flexibilidad, acceso inmediato a recursos de todo tipo y oportunidades para desarrollar competencias tecnológicas. Por otro lado, las experiencias offline ayudan en el desarrollo emocional, físico y social, a la vez que brindan vivencias de colaboración, empatía y sentido de pertenencia tangibles y reales.

A continuación veremos distintas actividades de ambos tipos para ayudar a los jóvenes que se encuentran en edad de crecimiento y que están en busca de potenciar su crecimiento, fomentando tanto sus habilidades digitales como su bienestar integral.

Cómo Los Jóvenes Pueden Potenciar su Talento

La idea de este artículo es plantear una visión integral del desarrollo juvenil, entendida más allá de los meramente recreativos, como puede ser la construcción de competencias clave. 

Entre ellas se incluyen aquellas que se centran en la resiliencia física y mental, fortalecida por deportes de aventura y la conexión con la naturaleza; la inteligencia social y emocional, estimulada por el voluntariado, la colaboración y el intercambio cultural; y el pensamiento crítico y creativo, nutrido por talleres artísticos y juegos estratégicos. Todo esto, sin olvidar la importancia de la responsabilidad digital como competencia esencial en la era actual.

No se trata de comparar ni oponer las actividades online y offline, si no que se trata de entenderlas como realidades complementarias en la vida de los jóvenes: las experiencias presenciales inspiran motivaciones que encuentran eco y expansión en lo digital, y viceversa.

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  1. Aventuras en la naturaleza

Las actividades al aire libre, como puede ser andar en bici, escalar, la orientación o el llamado geocoaching son algunas de las actividades que, además de ser entretenidas y divertidas, nos pueden ayudar a crecer como persona.

Estas actividades ayudan a los jóvenes a ser más resistentes física y mentalmente, y a superar obstáculos en un ambiente natural. Aprender habilidades de supervivencia o de primeros auxilios en zonas silvestres, por ejemplo, te enseña a ser independiente y a estar más en contacto con lo que te rodea. Por si fuera poco, aprender a usar mapas y brújulas nos enseña a entender el entorno y a resolver problemas, que son habilidades súper útiles tanto en la naturaleza como en la vida cotidiana.

Estas actividades se conectan directamente con la visión de REAJ de fomentar la movilidad y el aprecio por el medioambiente, ofreciendo una forma tangible de interactuar con la naturaleza y contribuir a su protección.

  1. Voluntariado

Si estamos en búsqueda de actividades que se centren más en el desarrollo interior y la gratificación, el voluntariado es una muy buena opción. Quiénes practican el voluntariado hacen mucho hincapié en cómo transforma tanto la vida de quienes lo practican y la de las personas a las que ayudan. Cruz Roja describe el voluntariado como «un viaje que transformará tu forma de ver la vida», una metáfora que se alinea perfectamente con la misión de REAJ.

A través del voluntariado, los jóvenes aprenden a ser empáticos, responsables y trabajar en equipo. Todo esto mientras, a la vez, se cuida el medioambiente o se apoya a otras personas en situaciones de riesgo.

Participar en programas de voluntariado, ya sea a nivel local o internacional, como los que se ofrecen en distintos destinos, dan una visión global y refuerzan el sentido de propósito y solidaridad.

  1. Intercambios

Hay una manera de viajar que, además de ser más económica, nos sirve para desarrollarnos personalmente que son los intercambios culturales. REAJ juega en esto un rol fundamental ya que es la base perfecta para descubrir nuevos lugares, aprender diferentes culturas y hacer amistades duraderas.

Un ejemplo en el que podemos ver esto claramente es el programa «Meine Kultur-Mi Identidad». Este programa, financiado por la Unión Europea a través del programa Erasmus + Juventud, permite a los jóvenes de ambos países convivir y participar en todo tipo de actividades. 

En estas experiencias, los participantes desarrollan habilidades importantes para su vida y trabajo, como la adaptabilidad, la independencia y la comunicación en diferentes culturas. El Carné de Alberguista REAJ, un carné internacional, es de gran ayuda en estos casos ya que permite entrar en albergues de hasta 60 países. 

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  1. Aprendizaje online

Una de las ventajas del mundo online es que ha tendido puentes entre personas y contenido que, en otro momento, jamás se hubiesen encontrado. Gracias al avance de la tecnología y el mundo digital, el conocimiento está al alcance de todos. Los jóvenes pueden ahora aprender de primera mano cualquier tema a su ritmo, de forma flexible y accesible.

Gracias a portales online como Tus clases particulares, los jóvenes pueden encontrar profesores o tutores que los ayuden a complementar sus conocimientos o a adquirir nuevos. Un joven que haya participado en un intercambio cultural en Alemania a través de REAJ  puede regresar con el deseo de aprender alemán para profundizar en su experiencia. En lugar de ser un simple sitio web de clases, es más bien un complemento práctico del viaje, una herramienta que permite la continuidad del aprendizaje y la inmersión cultural.

Los comentarios de los usuarios confirman que son herramientas sencillas y accesibles pero muy útiles, con profesores que ofrecen clases presenciales y en línea. Estas plataformas son el eslabón digital que ayudan a potenciar los viajes y actividades físicas.

  1. Proyectos colaborativos

Del mismo modo que la tecnología ha acercado el conocimiento a las personas, también ha simplificado la organización y el trabajo en equipo. Ya no es necesario que las reuniones sean presenciales y, gracias a las herramientas digitales actuales, es posible colaborar con personas de distintos lugares sin importar la distancia.

Plataformas como Trello, Google Docs o aplicaciones de mapas mentales como Xmind ayudan a los jóvenes a planificar y sacar adelante proyectos reales en conjunto. Con ellas pueden organizar la logística de una campaña de voluntariado, preparar un evento cultural en su comunidad o incluso diseñar un plan de negocio para un emprendimiento juvenil, todo desde un espacio virtual compartido y desde la comodidad de sus casa.

  1. Creación de contenido

Las redes sociales se han convertido en una máquina de contenido disponible todo el día y a todas horas. Detrás de este contenido hay personas que se encargan de filmar, escribir, editar y actuar de manera que resulte interesante o instructiva. 

Muchos jóvenes nativos digitales ya tienen esto naturalizado y cuentan con una facilidad a la hora de utilizar las herramientas a disposición para crear contenidos atractivos, creativos y, porqué no, educativos.

Es una manera excelente de desarrollar la creatividad a la vez que se puede divulgar información o experiencias personales que llegan y pueden ayudar a miles de personas en todo el mundo.

El lado B de este contenido generado es la privacidad. Además de cubrirnos a nosotros mismos, debemos proteger a quienes visitan o forman parte de nuestro contenido. La privacidad online es un tema muy sensible y debemos asegurarnos de no cometer errores que nos pueden costar muy caros.

Algo tan sencillo como utilizar herramientas que nos asistan con la política de privacidad, nos puede evitar muchos problemas de cara al futuro. Usercentrics es un ejemplo de una herramienta sencilla y eficaz que podemos utilizar para contar con la confianza y seguridad jurídica que necesitamos. De esta manera se puede dar rienda suelta a la creatividad con la seguridad de saber que estamos dentro de los márgenes de la RGDP.

Probablemente sea una frase trillada, pero el verdadero desarrollo no se encuentra en la conclusión y realización de tareas, si no en todo lo que se aprende y descubre por el camino. Este camino no es lineal ni mucho menos homogéneo, se trata de una sinergia constante entre la exploración del mundo físico y la construcción de la identidad en el ámbito digital.

Las fronteras entre lo digital y lo virtual están constantemente reforzando a la vez que se hacen más delgadas, aprovechar esta situación para moverse entre ambas sacando provecho de cada una es la mejor manera de crecer.

Los albergues REAJ, por tanto, pueden ser más que un alojamiento, un techo y un lugar donde dormir. Podríamos decir que se convierten en laboratorios de crecimiento, donde podemos encontrar una conversación intercultural o una excursión por la naturaleza que pueden inspirar la creación de un blog o el deseo de aprender un nuevo idioma.

*Fuente foto portada.